Supongo que esto depende de las circunstancias. Leí el libro, “Héroes Rougue: La historia del SAS, la Unidad de Fuerzas Especiales Secretas de Gran Bretaña que saboteó a los nazis y cambió la naturaleza de la guerra” por Ben MacIntyre este año. En él, hay varios relatos de David Stirling y Paddy Mayne, dos oficiales de SAS que sirven en la segunda guerra mundial, que llegan a una ciudad o pueblo descuidado y se encuentran con casos de vino, etc. y la consiguiente bebida que ocurrió.
Según mi propia experiencia y mientras estaba desplegado en la Operación Granby (el nombre que los británicos le dieron a la guerra del Golfo de 1991) l y otros de mi unidad salieron a la ciudad en una noche, poco después del alto el fuego, vestidos con uniformes de combate en el desierto. Nos dieron un ascensor en la parte trasera de una camioneta de un tipo local, compartiendo la parte trasera de su camioneta con algunas cabras, que parecían bastante impresionadas. Una vez en el centro de la ciudad de Al Jubail, visitamos un restaurante y luego deambulamos por las calles y aliamos visitando los cafés y los mercados. Las mujeres locales, vestidas de negro de pies a cabeza, se escabulleron mientras nos acercábamos. Luego regresamos a pie a nuestro cuartel en los suburbios.