Se remonta a la Guerra Fría. Originalmente, en la estructura triangular de la OTAN, los activos divisionales permanecían bajo control divisional (especialmente artillería). Como la artillería tenía capacidad nuclear, la artillería concentrada sería un buen objetivo para un ataque soviético. Luego se desarrolló el concepto de que, en caso de guerra real, los activos divisionales se asignarían a las brigadas separadas para proporcionar un mejor apoyo y hacer que sea un objetivo menos fácil para el Pacto de Varsovia.
La conclusión lógica fue que si de todos modos vas a asignar activos divisionales a brigadas en caso de guerra, entonces ¿por qué no hacerlo en tiempos de paz? Las unidades del tamaño de una brigada son más fáciles de mover (después de la Guerra Fría se necesitaron unidades más pequeñas) y el personal divisional podría ser eliminado. Los franceses ya han completado este proceso y la mayoría de los países de la OTAN están siguiendo su ejemplo, Estados Unidos no es la excepción.