Normalmente tengo respuestas realmente largas, así que para un desafío, voy a tratar de ser breve en este caso. 😉
1) Aumenté mi tolerancia al dolor.
2) Aumenté mi aprecio por las pequeñas cosas:
– ¿Si no son más de 100 grados, y nadie está tratando de matarme? No está tan mal.
3) Aumenté mi atención a los eventos mundiales.
– Antes de desplegarme en Irak, no leí las noticias, pensé que los eventos mundiales tenían poco que ver conmigo. Ahora lo leo religiosamente.
4) Aumenté mis ganas de votar.
– Véase más arriba. Además, una vez serví a mi país, bien podría hacer lo que pueda.
5) Aumenté mi empatía hacia los crímenes de guerra.
– Es difícil juzgar a las personas cuando no estás allí. Al escuchar de otros veterinarios las cosas que suceden en el campo, comienzas a entender por qué podrían romperse. Escuchar una historia que incluye la frase “vagar en la sangre” es … desconcertante. Experimentarlo es probablemente mucho peor. No me malinterpreten, todavía no ESTOY DE ACUERDO ni acepto ni perdono, pero comienzas a tener una idea cuando escuchas esas historias de uno o dos grados de separación.
Entonces, algo bueno, algo malo allí.