Los ejércitos tienden a evitar la guerra durante el clima que afecta las operaciones, las comunicaciones y el suministro. En el pasado, el invierno cerraba las acciones ofensivas porque el terreno era demasiado difícil de atravesar, ya fuera por la nieve o el barro o simplemente demasiado frío. Esas condiciones no cambiaron con un día o dos de sol; Puede tomar meses para que las carreteras y los campos se sequen. Los suministros o mensajes pueden tardar el doble en llegar a las líneas del frente.
Te sugiero que leas algo de historia. Los libros sobre la campaña rusa de Napoleón y la operación nazi Barbarroja dan detalles sobre cómo el invierno se ralentiza o incluso detiene las guerras, al menos hasta que la nieve se derrita y las carreteras se sequen.
El frío en sí mismo puede ser un obstáculo. Durante la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos en Europa se encontraron con máquinas que no funcionarían porque los lubricantes habían congelado sólidos, incluido el aceite en tanques y aviones, así como el aceite en rifles y ametralladoras. La comida caliente que llegaba al frente con frecuencia se congelaba antes de llegar, incluso el café. Las tropas hambrientas no son buenas tropas.
La congelación también fue un flagelo grave, que condujo a muchas amputaciones. La nieve que se derritió en trincheras condujo a ‘pie de trinchera’; la nieve que empapaba las botas y la ropa congeló a las tropas donde se acurrucaron. Bañarse en un clima bajo cero se vuelve menos atractivo y puede conducir a sus propios problemas de salud.
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La guerra moderna no está tan ligada al clima. Los vehículos con orugas pueden manejar mejor las superficies pobres, pero no completamente. Las fuerzas aéreas pueden volar en casi todas las condiciones climáticas, pero no necesariamente bien o en grandes cantidades. Los ejércitos tecnológicamente avanzados pueden compensar mejor que los más simples, pero aún se encuentran con barreras. Las tormentas de polvo, por ejemplo, pueden dañar o incluso apagar los motores, ya sea en tanques o helicópteros. Los soldados ordinarios aún tienen dificultades para ver tormentas de nieve y dificultades para caminar a través de un metro o dos de nieve.
Incluso los drones no tienen una visión perfecta en muchas condiciones climáticas; Los láseres no funcionan muy bien en la niebla o el humo. Esas condiciones también pueden bloquear la vigilancia por satélite.