¿Cómo resolverías niños soldados si pudieras?

Cuando un país y la espalda de la gente están contra la pared, los recursos son escasos y las probabilidades parecen insuperables, el sistema de valores que todos damos por sentado, como la felicidad individual, las familias y los niños, quedan en segundo plano. En cambio, las personas comienzan a medir el valor de los demás a través del sacrificio que pueden soportar y el dolor que pueden soportar. ¿Y qué mejor manera hay que ofrecer a los niños al alter? Esto ha estado sucediendo desde los albores del tiempo y se puede ver incluso en la mitología antigua. El estado mental de un país sitiado es un mundo completamente diferente al que estamos acostumbrados, por lo que tratar de juzgar a las personas en esas circunstancias desde nuestro punto de vista es difícil en el mejor de los casos.

Nosotros (Japón) solíamos enviar niños e incluso niñas a la batalla.

Cuando se levanta toda la situación que causa este estado mental, las personas a menudo luchan por poner en perspectiva y relacionar su ser actual con lo que habían sido. Muchos luchan con la culpa y el cálculo de millones forma parte de la identidad de esa nación.

Por lo tanto, la erradicación de este problema tan antiguo como la humanidad es tan fácil como la erradicación de la guerra y la pobreza. Mientras haya guerras, habrá un bando perdedor. Mientras el lado perdedor tenga familias, los niños serán sacrificados. Eso no quiere decir que sea imposible, pero requiere una alteración fundamental en la forma en que existe y funciona la civilización humana.

Muy simple. Aprobar leyes que prohíban enlistar, atraer, subornar o de otra manera a menores de edad de Shangai en cualquier organización militar o paramilitar, ya sea que se les permita portar armas o no. Solicitaría sanciones muy severas para los infractores y sanciones económicas contra las comunidades que contribuyen al problema. Les diría a las autoridades que hagan cumplir estas leyes con una actitud de “tolerancia cero”, como si los delincuentes fueran narcotraficantes. A los ‘soldados’ niños capturados se les daría la opción de aceptar la colocación en un hogar de acogida donde recibirían supervisión de un adulto fuera de la zona de combate hasta su cumpleaños número 17, o pasar ese tiempo encarcelado en un campo de trabajos forzados bajo la guardia de 24 horas al día. Cualquier grupo que no cumpla con las leyes será tratado con dureza.