Si bien no estoy de acuerdo con su premisa, creo que es importante señalar a quienes hacen de este su argumento central, que las armas obtenidas ilegalmente aún se obtienen de personas que las tienen con fines legítimos. Las armas ilegales son robadas, compradas en el mercado negro, introducidas de contrabando en el país y ocasionalmente fabricadas.
Hay dos consideraciones importantes. No # 1: El número de cizallas de armas disponibles y en circulación ha contribuido a la facilidad con la que se pueden obtener armas ilegalmente. No # 2: la cantidad y diversidad de armas de propiedad legal hace que sea más difícil detectar armas adquiridas ilegalmente. Los delincuentes tienen anonimato en las poblaciones que portan armas.
Por lo tanto, una consecuencia de reducir la cantidad de armas en circulación es necesariamente reducir la cantidad de armas disponibles para idiotas, fanáticos, asesinatos, ladrones y similares. Si la oferta baja, el precio aumenta junto con la barrera para entrar en delitos que requieren un arma.
Pero, como dije, no creo que la prohibición y la criminalización de las armas conduzcan a una reducción en los tipos de tiroteos masivos que estamos escuchando en las noticias.
Para eso necesitamos una seguridad mejor capacitada y una mejor planificación de la evacuación.